Fleur des Cévennes

El Fleur des Cévennes es un queso elaborado con leche cruda de cabra, de textura suave y corteza natural, creado por Vincent Vergne, «Meilleur Ouvrier de France» (MOF) (Mejor Obrero de Francia) y fundador de la Fromagerie Vergne ubicada en Nimes en el departamento de Gard en la región de Occitania. Se produce en las Cévennes, (una cadena de montañas donde se encuentra el Parque nacional de Cévennes).
Este es el tercer queso creado para La Ligue des Fromagers Extraordinaires (La Liga de los Queseros Extraordinarios) de la que Vincent es miembro. Esta liga, nacida tras el concurso de queseros del MOF (Meilleur Ouvrier de France) en 2007, es una «hermandad» formada por los «Meilleurs Ouvriers de France» (Mejores Artesanos de Francia) pero también por otras personalidades que demuestran un gran talento y habilidad.
Otros quesos se han añadido a la gama creada por La Ligue des Fromagers extraordinaires: El Fermier au Chablis de Ludovic Bisot, Meilleur Ouvrier de France 2015 y La Tome au thé rouge des Vosges de Christelle y Cyrille Lorho, respectivamente Meilleur Ouvrier de France 2019 y Meilleur Ouvrier de France 2015… Pero no se impacienten… ¡ya vendrán otras perlas!
El Fleur des Cévennes tiene la forma de un pequeño cilindro plano y pesa unos 130 gramos.
Su corteza, extremadamente fina y de color crema, está vermiculada y cubierta de un fino plumón blanco de moho.
Su pasta blanca es densa y fundente al mismo tiempo. Bien madurada, se vuelve casi líquida y lisa bajo la corteza.
En nariz, La Fleur des Cévennes tiene un aroma a leche fresca y a hierba fresca.
En el paladar, es un queso suave y untuoso, que ofrece un sabor perfectamente equilibrado entre los aromas caprinos, florales y vegetales, en ocasiones, con un toque de avellana.
Es un queso estacional, (el quesero respeta el ciclo natural de cría de las cabras), el periodo de degustación optima, va desde Marzo a Octubre.
Su primo más cercano es el Pélardon.
Para conservar su suavidad y su sabor cremoso, le aconsejamos que lo guarde bajo una campana en el frigorífico. Para los amantes de los quesos más secos, puede guardarlo simplemente tapado con un paño, al aire libre, para revelar todo su carácter y su sabor tradicional. A continuación, podrá degustarlo como lo hacían los mayores de la zona, al final de la comida, acompañado de un vino tinto de la región, miel y frutos secos. Pruébalo en una ensalada, caliente, no te arrepentirás…
Foto: Le Guide Du Fromage