Fleur de Braslou / Braslou
También llamado simplemente “Braslou” este queso lo elaboran, Caroline y Stéphane Chevrieux de la Fromagerie Chevrieux, ubicada en La Babinière, municipio de Braslou, una población francesa, situada en el departamento de Indre y Loira, en la región central del valle del Loira. La zona del Berry es la cuna por excelencia de los grandes quesos de cabra de Francia.
Caroline y Stéphane Chevrieux fabrican queso de cabra desde el 2007.
Todos los días del año, cosechan leche de su granja de cabras, así como leche de algunas granjas cercanas seleccionadas por la calidad de su producción.
Actualmente, desde su elaboración, ofrecen 4 quesos madurados entre 10 días y 12 semanas: el Biccou – refinado con achiote (colorante natural también utilizado en el Mimolette). El Stéphane’s Touré – un cilindro de ceniza de unos 250 gr con una textura cremosa. El Pavé du Cardinal – un cuadrado blanco de textura firme y sabor láctico en el sotobosque. Y por ultimo este Fleur de Braslou, hecho con leche cruda de cabra, de pasta blanda y algo cremosa, y corteza florida natural.
Tiene la forma de un pequeño (70 gr) adoquín “pavé” cuadrado de unos pocos centímetros y madurado con Flor de sal de Guérande. La sal de Guérande, es una sal marina natural, sin refinar, sin aditivos y secada al sol, procedente de la península de Guérande, en la costa atlántica de la región de País del Loira.
Su corteza es de color amarillo marfil y está cubierta con una fina pelusa de moho irregular.
Se puede comer fresco después de 15 días de maduración, en ese estadio su pasta es suave y blanca, o mucho más seco después de 8 a 10 semanas de maduración, entonces se vuelve más denso, quebradizo y oscuro bajo la corteza. Pero tanto de una como de otra forma, su sabor es siempre bastante dulce, láctico y cítrico en boca, y según la maduración tiene mayor o menor intensidad y picor. Los aromas son caprinos y herbáceos.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores.
Es perfecto para acompañar una ensalada. En tablas de quesos pondrá una nota de originalidad tanto por su forma como por el sabor que deja en el paladar. Servido caliente sobre ensaladas, verduras y patatas asadas, y como no, solo, con fruta fresca y tostadas crujientes. Marida bien con vinos blancos secos y a ser posible de la misma región.
Foto: Le Guide du Fromage