Finger Lakes Gold Reserve
El Finger Lakes Gold Reserve lo elabora la Lively Run Goat Dairy en Interlaken una población ubicada en la región de los Finger Lakes (Lagos Dedos).
La región de Finger Lakes del estado de Nueva York es un paraíso durante las cuatro estaciones, que cuenta con una extensión de 23.300 kilómetros cuadrados y tiene como telón de fondo lo mejor de las creaciones de la Madre Naturaleza. Once lagos de prístina agua dulce se extienden como dedos a lo largo de esta región. La leyenda de los indígenas estadounidenses cuenta que estos lagos son lo que quedó cuando el Gran Espíritu bendijo esta tierra con sus manos. Su legado resuena en sus nombres: Skaneateles, Otisco, Owasco, Cayuga, Seneca, Keuka, Canandaigua, Honeoye, Canadice, Conesus y Hemlock.
Lively Run lleva 32 años en funcionamiento, lo que la convierte en una de las queserías comerciales de cabras más antiguas del país. Los actuales propietarios, Steve y Susanne Messmer, compraron la lechería en 1995. Su familia ha mantenido viva la tradición y la calidad desde entonces. De hecho, Lively Run ganó el premio Foodie 2013 al mejor queso artesanal de los Finger Lakes, y el premio Edible Finger Lakes Food Heroes 2014.
El rebaño de los Messmer incluye cabras francesas (alpinas) y suizas (Saanen), a las que alimentan con una dieta sana de plantas y piensos locales. Mezclan su leche de cabra con la de otros cinco rebaños (tanto de vaca como de cabra) de la zona para producir la asombrosa cantidad de 18.143 kg de quesos Chevres, Azules, Feta, Cheddar y «Gold» duros. Actualmente se producen más de una docena de variaciones de estos quesos. En el futuro, esperan añadir un Gouda holandés a su línea. Todos sus quesos se elaboran a mano en pequeños lotes con ingredientes naturales y sin pasteurización a alta temperatura. ¡Sólo lo mejor entra en sus quesos!
El Finger Lakes Gold Reserve, es un queso duro elaborado con leche pasteurizada de cabra, de textura ligeramente desmenuzable. Este queso envejece durante al menos 10 meses dándole una hermosa corteza dorada con un interior de color crema, con sabores a caramelo tostado y nueces, a medida que el queso envejece, se acentúa el sabor umami, en parte gracias a los cristales que proliferan y que le proporcionan un extra de crujiente.
El Finger Lakes Gold Reserve es un excelente queso de mesa acompañado con mermeladas, frutas y embutidos. Es igualmente delicioso cuando se sirve como aperitivo, postre, merienda o tabla de quesos y también rallado en una ensalada o pasta aderezada con aceite de oliva y pimienta recién molida.
Marida bien con vinos tintos Merlot o cervezas de malta.