El Roig del Montsec

El Roig del Montsec lo elabora de forma artesanal, la Formatgeria de Clua en el antiguo núcleo de Clua, perteneciente al municipio de Artesa de Segre, en la comarca de La Noguera.
Entre el Valle de Ariet y Baldomar, en la Noguera, aparece incrustado bajo la roca y en lo alto de un barranco la Clua de Meià, un pueblecito de larga historia –se da fe desde el año 1059– que durante siglos había producido centeno, avena, patatas, vino y aceite y se criaban vacas y ovejas. Se puede llegar fácilmente desde Baldomar por una carretera de poco más de cinco kilómetros. Los potentes acantilados, los bosques que conviven con gavillas de trigo y cebada, los buitres guardianes del valle y la docena de casas resguardadas en solana configuran un lugar encantador.
En los años sesenta, Clua se había despoblado por completo, pero en la década de los setenta se instaló allí un grupo de gente joven, alternativa y decidida. Levantaron muros caídos, rehicieron tejados dañados e inyectaron nueva vida a un espacio condenado a ser enterrado bajo los setos. No era una vida fácil: tenían que poner el pie en el cuello de su propia inexperiencia agrícola, a la falta de infraestructuras y al aislamiento territorial. Y lo hicieron. Quienes más les ayudó a hacerlo fueron, justamente, las cabras, unos animalillos simpáticos y resistentes como lo era aquella gente. No fue de extrañar que la industria más destacada de la Clua actual fuera –y siga siendo ahora– el queso elaborado con leche cruda de cabra.
De entre los recién llegados a la nueva Clua surgieron emprendedores que empezaron a hacer quesos el año 1979 ayudados con la lectura de libros que hablaban de ello y ayudados amablemente por muchos campesinos y campesinas, gente experta en la elaboración casera. Era y es la Quesería de Clua, que con tiempo, esfuerzo y acierto ha conseguido hitos de prestigio importantes y obtenido diversos galardones, entre ellos las medallas de oro en Alimentaria 86 de Barcelona y en la Feria del queso artesano de Lladó, en el Empordà. Actualmente, Amaia Gómez y Pau Esteban, la nueva generación vinculada a la primera ha tomado con firme impulso el testimonio de esta carrera artesanal con voluntad de mantener bien alto el listón de la calidad y el buen gusto.
El Roig del Montsec, es un queso de leche cruda de cabra, de cuajada ácida, que tiene la misma elaboración que el Cendrat, pero se diferencia en el afinado, al que se le aplica una cobertura de pimentón dulce ahumado.
Haciéndolo madurar entre 60 a 120 días. Los elaboran en dos tamaños, el pequeño, entre 300 y 350 gr y el formato grande, entre 1,5 y 2kg.
La cava en la que se afinan, mantiene de origen una entrada de aire natural de la montaña de Clua, aportándole durante su maduración sabores y aromas que hacen que el producto final tenga unas características organolépticas que los hacen únicos.
Es un queso muy llamativo por su aspecto, al tener la corteza de color rojizo. Los aromas que desprende son una mezcla de las notas lácticas del queso con las notas húmedas típicas de la corteza florida y las características del pimentón y, en este caso, también notamos el punto ahumado de la pimienta, formando todo ello un conjunto aromático singular pero muy atractivo.
Si no se corta con el cuchillo correcto, es fácil que se manche la pasta -que presenta un color blanco inmaculado- del color rojo de la pimienta. La pasta es de aspecto denso y compacto, ofreciendo aromas intensos de nata fresca. El queso muestra todo su potencial y singularidad al degustarlo. De textura cremosa y tacto fundente, es sabroso, con un punto de sal muy equilibrado que pasa casi desapercibido frente a la potencia de los sabores lácticos y el contrapunto aromático que le aporta el pimentón dulce ahumado. Este tipo de pimienta combina excepcionalmente bien con esta familia de quesos de pasta blanda de cabra. Resulta muy goloso e invita a repetir. Es imprescindible, para disfrutar de este queso con plenitud, dejarlo derretir en la boca.
Este queso combina perfectamente con frutas frescas, como fresas y con frutos secos (nueces), y con mermelada, acompañado de crujiente pan integral o en una tabla de quesos donde destacara por su singular apariencia y color.
Al estar condimentado con pimentón dulce ahumado es un queso que abre la puerta a maridajes difíciles como la de algunos vinos rosados como el Gran Caus Rosado, de la bodega Can Ràfols dels Caus, o El Camí de Poca Sang, de la bodega Hugas de Batlle.
Fuentes consultadas: Vadegust
Foto: Quésame Mucho