Tradicionalmente la elaboración casera de este queso se realizaba con leche de oveja, pero esta práctica fue abandonada a mediados de este siglo, cuando el Valle de Benasque se especializó en la producción de leche de vaca. Todavía hoy uno puede imaginar las sombras del ganado de Sahún, oír el tintineo de las vacas y ovejas en un pueblo próspero por el que pastoreaban más de 50 ganaderos. Pero eso es historia. Y lo saben Carmen de Mur, su marido Armando Billarín y su hijo, propietarios de la última quesería, llamada El Benasqués.
En los bajos de Casa Falisia hay una pequeña quesería donde la familia elabora quesos artesanos según el método tradicional de la zona del Valle de Benasque. La producción es de gran calidad y está controlada en origen, ya que la leche utilizada proviene sólo de la ganadería familiar. Su ganadería está compuesta de 30 a 40 cabezas de raza Frisona. Todo el año se mantiene semiestabuladas comiendo pasto del valle que se ha recogido en verano. Queso de pasta prensada y no cocida, de coagulación enzimática y de maduración lenta en bodega natural subterránea durante un mínimo de 3 a 4 meses. Su presentación es cilíndrica con bordes vivos, de corteza natural enmohecida de bodega y cepillada, de color marrón azulado y peso entre 600 y 3 kg. El interior es ciego y compacto, al corte presenta un color blanco marfil, con algunos ojos y un cerco fino poco pronunciado. De textura mantecosa, fundente al paladar. Buena solubilidad en boca. granulosidad de tipo harina muy fina. Aromas animales, fúngicos y de madera húmeda «a queso de bodega». Sabor láctico y dulce (cereal) con un regusto exquisito a frutos secos lechosos (avellanas crudas). Alta persistencia en boca. El Benasqués es un queso de gran renombre y con numerosos premios y reconocimientos por los mejores expertos. Se consume como aperitivo, en tapas, acompañado de vinos tintos con crianza de la zona.