Eixorit
Este queso lo elaboran Judit Nadal y Joan Martí de Pasturabosc, una granja y quesería que se encuentra en Gaüses, un pueblo del municipio de Vilopriu situado en la comarca del Baix Empordà, Girona.
Judit, junto con Joan son los impulsores del proyecto Pasturabosc, que se define como una combinación entre ganadería-quesería y limpieza de bosques.
Tienen un rebaño de cabras de raza florida que realizan gestión forestal para disminuir la carga de combustible de los bosques para ayudarles en su preservación y en la prevención de grandes incendios forestales.
Producen carne ecológica de cabrito, y recientemente también han empezado a producir y una variedad de productos lácteos ecológicos, naturales y sostenibles, como el delicioso y suave requesón, leche de cabra, queso fresco y de untar y este Eixorit, un queso tierno de leche cruda.
Pasturabosc, pertenece a la asociación «Formatges de Pastor«. Es una asociación de pastores y pastoras queseros de Cataluña que se han unido con el objetivo de crear un sello que distinga los quesos artesanos, elaborados en pequeñas queserías, a partir de la leche del propio rebaño que pasturen a diario por el territorio.
El Eixorit es el primer queso que elaboran. Juan, al verlo, dijo: «para ser el primero, ha quedado bastante eixorit», así que, sin saberlo, acababa de bautizar el primer queso de Pasturabosc.
En nombre del queso Eixorit, es una deformación de la palabra catalana “eixerit” que significa: espabilado, simpático, despierto, vivo, como lo son las cabras que les dan la leche para hacer el queso.
El Eixorit es un queso elaborado con leche cruda ecológica de cabra del rebaño propio de la quesería. Es una pasta blanda, de coagulación láctica y corteza florida.
La corteza tiene olor a bosque y musgo, en su interior, la pasta es blanda muy untuosa. Al final de su maduración puede producir una proteólisis en parte de la pasta más cercana a la corteza, que contrasta con el corazón del queso, donde la pasta se vuelve más compacta, densa y eventualmente granulosa.
Presenta un delicado olor caprino con notas lácticas que nos recuerda a la leche fresca recién ordeñada.
En boca tiene un sabor láctico y elegante, muy fresco, terminando en una delicada nota caprina final.
Para degustar toda la riqueza de sabores se recomienda el consumo a temperatura ambiente.
Combina a la perfección con una rebanada de pan crujiente y frutos secos, también puede incorporarse para acompañar ensaladas tibias, para enriquecer sopas o para espesar las salsas. Un cava Brut bien frío, es un maridaje perfecto.
Fuentes consultadas y foto: Pasturabosc