Dry Jack
Como muchos grandes quesos, el Dry Jack nació casualmente. En 1915 un mayorista de San Francisco se encontró con una superabundancia de queso Jack joven. Para hacer más lugar en los anaqueles, que necesitaba para las nuevas entregas, amontonó algunos quesos en el suelo y los saló con la esperanza de que no se echaran a perder.
Semanas después, descubrió que los quesos habían adquirido sabor frutal y substancioso y se habían vuelto duros, bastante similares al Pecorino y el Parmesano, de los que ya no tenía reservas. La necesidad es la madre del ingenio: cubrió las cortezas con aceite, pimienta y cacao a fin de imitar el negro de humo que tenían los quesos italianos importados de aquella época y puso a la venta el Dry Jack. Nacía una estrella.
Actualmente, el queso está entre los mejores del mundo; lo fabrica la Vella Cheese Company. Su corteza parece recubierta de chocolate. Su pasta es dura, de color amarillo intenso; al cortarlo se hace pedazos en lugar de partirse, liberando sabores sucesivos: dulce y frutal, intenso y sabroso, substancioso y con cuerpo, como un buen vino.
Usos culinarios: Tablas de quesos, ensaladas, rallado.