Délice du Poitou
Fabricado por la quesería Poitou Chèvre, en Bougon, una población francesa, en la antigua región de Poitou-Charentes, departamento de Deux-Sèvres.
La quesería Poitou-Chèvre es ante todo una empresa familiar. «En 1897 los ganaderos de los alrededores de la Mothe Saint-Heray se unieron para crear la cooperativa de la Mothe Saint-Heray, que más tarde se convertirá en la Mothe Bougon», explica Frédéric Rongeon, propietario de la empresa. Durante el siglo XX, la lechería se especializa en la producción de queso, especialmente en los quesos de cabra.
En 1996, Poitou-Chèvre, una empresa familiar, adquiere la quesería y se dedica principalmente a los «quesos de cabra de fabricación tradicional, como el Chabichou du Poitou queso con la D.O.P. Europea o el Mothais à la Feuille envuelto en una hoja”. En 2014, Poitou-Chèvre compró la quesería de Bougon y, tras 18 meses de trabajos, dejo el pueblo de Mothe Saint-Heray y se trasladó a sus nuevos locales en Bougon a principios de 2016. En el corazón de un entorno natural preservado, entre tierras de cultivo, arboledas y llanuras onduladas, Bougon es un pequeño pueblo situado en el Poitou meridional a medio camino entre Niort y Poitiers…
El Délice de Poitou es un pequeño queso de leche cruda de cabra. Se espolvorea con ceniza vegetal salada, lo que le da al queso una corteza gris oscura que recubre su pasta blanca.
Es un Queso muy elegante si está joven por dentro es casi liquido y blanco y la corteza esta empezando a curar con el sabor del carbón y ese punto delicado y sutil de sal. El sabor es cítrico y herbáceo, característico de un queso de cabra de dos meses. Su textura es fresca al principio y al secarse se endurece. Debe comerse con la corteza para apreciar los matices del queso, sin la corteza pierde la gracia.
Este queso se comercializa en forma ovalada plana con un tamaño de 7,6 cm de largo, 3,8 cm de ancho y 2,5 cm de grosor. Su peso aproximado es de 150 g.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. El Délice du Poitou se acompaña de pan con nueces y frutos secos, o frutas frescas (melocotones). Una pareja casi ineludible para este tipo de quesos son la mermelada y la miel, pero también es exquisito cortado por la mitad, luego asado en una tostada debajo de la parrilla del horno y servido con una ensalada verde. Este queso combina muy bien con Champagne o un vino blanco seco.