Creole cream cheese
El Creole cream cheese en español (crema de queso criollo) es un queso fresco que es tradicional en el área de Nueva Orleans.
El origen de este queso de granja se remonta a hace más de 150 años, cuando los primeros colonos franceses se instalaron en los estados del sur del país. Fue un queso muy popular y apreciado, pero en los años setenta y ochenta del siglo pasado, su producción cayó y estuvo a punto de desaparecer, pues las pequeñas granjas no podían hacer frente a la inversión que requería cumplir con las leyes que obligaban a pasteurizar la leche. Sin embargo este delicioso queso fresco, que forma parte de la tradición gastronómica de Nueva Orleans, ha sido impulsado recientemente por varias granjas de la zona. Una de ellas es The Mauthe Family Dairy’s, dirigida por Kenny y Jamie, la tercera generación de una familia de granjeros. Contaban con un rebaño de cerca de 150 vacas y vendían la leche que producían a una gran cooperativa. Sin embargo, en el año 2.000 decidieron reducir su rebaño a una veintena de ejemplares, para así procesar la leche ellos mismos y venderla directamente en los mercados locales. Desde entonces, elaboran con éxito este queso fresco, a partir de leche descremada, suero de leche y cuajada. Tiene un sabor suave y levemente ácido, semejante al queso Ricotta y al Neufchâtel. El Creole cream cheese se comercializa en terrinas de unos 200 o 300 g. Este queso forma parte del Arca del Sabor del movimiento Slow Food como un alimento digno de conservación. En los hogares se come habitualmente para el desayuno y se sirve con una pizca de azúcar, un chorrito de jarabe, o mezclado con fruta fresca; también se puede servir en tostadas con mantequilla, sal y pimienta. El mejor vino para este tipo de queso es Beaujolais, Cabernet Franc, Chardonnay, Champagne, y Pinot Noir.
Fuente: Quesos españoles y del mundo.