Cossanella

El Cossanella lo elabora el Caseificio dell’Alta Langa. La quesería está rodeada por la naturaleza de las colinas piamontesas, más concretamente en Bosia, un pequeño pueblo de la Alta Langa.
Sus raíces son importantes para ellos, tanto que toda su producción es fruto de la tradición que siempre les han transmitido las gentes que habitan estos lugares.
La economía del territorio, formado por empinadas laderas, alejada de las principales rutas comerciales y por ello aún casi «virgen», se ha basado durante siglos en el pequeño pastoreo de cabras, ovejas y vacas.
De ahí la producción quesera: de la leche ordeñada todos los días en pequeñas cantidades y, a menudo, mezclada, por practicidad, se produjeron leches mixtas y quesos de pequeño tamaño, emblema de la tradición de la Langa.
Hoy, el trabajo de Caseificio dell’Alta Langa no solo continúa la tradición de sus abuelos, sino que permite su difusión en Italia y en el extranjero a través de la alta calidad de sus productos, una síntesis de técnicas artesanales, habilidad e innovación tecnológica.
Esta pequeña belleza es un queso de pasta blanda ligeramente madurado, sin ojos, una mezcla de leche pasteurizada de vaca y crema, es maravillosamente dulce y cremoso, con un centro muy pegajoso, con notas de pan tostado al final; la corteza que es comestible, adquiere un color rojo anaranjado gracias al lavado en superficie que se le hace durante la maduración con achiote; un colorante vegetal natural que se utiliza desde hace siglos para proteger y colorear la superficie de los quesos.
El Cossanella se comercializa con forma cilíndrica de aprox. 8 cm de diámetro, una altura aprox. 3 cm, con un peso aprox. 200 g.
Antes de servir el queso, es aconsejable dejarlo un tiempo antes fuera del frigorífico, para que alcance la temperatura ambiente. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso untando sobre una rebanada de pan crujiente con un poco de mermelada de frambuesas o fundido sobre pasta o verduras, con frutas y nueces, en bocadillos, para enriquecer sopas y para espesar salsas, y por supuesto en una tabla de quesos. Se recomienda acompañarlo de un vino blanco de uvas Chardonnay.