Constanza
El queso Constanza lo elaboran Laura García y Jacinto M. Sanz en su quesería Tamussia, ubicada en el pueblo de Botija, Cáceres, Extremadura.
Desde siempre los quesos extremeños se caracterizan por su alta calidad, debido en gran parte a la excelente leche utilizada, especialmente de oveja merina, la oveja española por excelencia, que es en Extremadura donde mejor se cría. Pero hace unos años las empresas lácteas de Extremadura sufrieron una profunda crisis, llegando a desaparecer casi la totalidad de ellas. A raíz de esto surgieron una serie de nuevas industrias con una mentalidad empresarial innovadora, apostando por los productos tradicionales y autóctonos de la región utilizando métodos artesanales, junto con la tecnología moderna.
La Fábrica de quesos TamuSSia es una de esas empresas jóvenes y de reciente creación. Sus inicios y primeras creaciones son de noviembre de 2006. Enclavada en plena Dehesa Extremeña. Se dedican a la fabricación y posterior comercialización del queso. Su especialidad es la fabricación de queso puro de oveja con Denominación de Origen Torta del Casar. A pesar de su corta andadura en el mundo del queso, la calidad ya les ha sido reconocida, recibiendo el 1er Premio en el V Gourmet Quesos con su Torta de Pasta Blanda llamada El Sueño del Tamuja.
Pero no solo hacen tortas, también elaboran otros quesos, quizá no tan conocidos como las tortas, pero muy a tener en cuenta también, unos quesos que se caracterizan por su textura suave, su gran cremosidad y su excelente calidad, lo que le hace ideal para satisfacer el paladar más exigente.
El queso Constanza es un queso artesano elaborado con leche cruda de cabra de coagulación mixta y pasta compactada, que se elabora en dos versiones; una con la corteza natural de color amarillo pálido, y otra untada con pimentón y de un llamativo color rojizo (en la fotografía superior se pueden ver las dos variedades). En ambos casos la corteza es uniforme. El Constanza es un queso graso y curado, con una maduración artesanal de volteo y secado que consta de un tiempo de entre 60 y 90 días. Su perfil de sabor va de medio a muy intenso. Para mi gusto, el queso con pimentón, es excesivamente salado, te deja con la imperiosa necesidad de apaciguar esa salubridad en el paladar, con un buen vino tinto de la tierra.
Es perfecto para comer solo o acompañado con pan crujiente, o en una tabla de quesos. En cocina, sobre patatas cocidas, o en platos de pasta.