Cloud Nine
El Cloud Nine lo elabora la Yellow Springs Farm, que se encuentra en Chester Springs, condado de Chester, Pensilvania. Originalmente durante 150 años era una granja lechera, la finca fue adquirida en 2001 por Al y Catherine Renzi que empezaron a hacer quesos frescos y curados, además de operar un vivero de plantas nativas. La pareja sigue los más altos estándares de calidad y sostenibilidad para reproducir y criar cabras Nubia, raza cuidadosamente escogida por su leche rica en nutrientes.
Además de la calidad de su leche, Al y Catherine Renzi añaden a sus quesos el proceso de elaboración tradicional de los queseros franceses e italianos de los que ellos son fieles admiradores. Yellow Springs Farm hace alrededor de 25 variedades de queso, con disponibilidad dependiendo de la temporada. El Cloud Nine (nube nueve) es un pequeño queso de estilo francés, madurado en superficie de leche pasteurizada de cabra, y moldeado a mano en forma de bola de nieve. Ese método se traduce en una corteza florida blanca y arrugada, como la de un Brie, que permite que este queso logre tres texturas a medida que madura: el delicado crujiente salado de su corteza aterciopelada, el halo cremoso que fluye líquido justo debajo de su superficie, y el núcleo blanco esponjoso en su corazón – todavía fuerte y brillante con el sabor de la leche – que resultara familiar para los aficionados a los quesos de cabra. El olor es terroso y herbáceo. Esa sutil complejidad hace que sea un queso perfecto para todos los paladares, lo suficientemente suave para los principiantes, y lo suficientemente complejo para los aficionados, para agregar carácter versátil a un plato de queso. La apariencia del queso, que es como una nube o una bocanada de aire, era parte de la razón del nombre del queso, la otra parte hace referencia a «la metáfora de estar en Cloud Nine. Es como un lugar para sentirse feliz». El Cloud Nine se produce durante la mayor parte del año, excepto en períodos de mucho calor o tiempo frío. Es genial como un queso después de la cena junto con un buen vino Chardonnay o un pinot noir.
Foto: Tenaya Darlington