Cloud Cap
Este queso lo elabora Cascadia Creamery una quesería familiar situada en la ladera del Monte Adams en la población de Trout Lake, en la garganta del río Columbia. John es el quesero y el pastor, Marci (la esposa) es la directora de marketing, Candice (la madre) es la ayudante en la fabricación de quesos, y Eric (el hermano) es el administrador de sitio web. Pero sin ninguna duda las estrellas del espectáculo son las seis vacas de la granja (Maggie, Rosie, Co-Co, Tiny, Susie y Bessie) alojadas en una pequeña lechería orgánica abajo el camino.
La quesería renació la antigua tradición de la elaboración de quesos artesanales en el Valle de Trout Lake que empezó hace más de 126 años.
Cascadia Creamery comenzó con su queso insignia el Sleeping Beauty, que todavía hoy constituye aproximadamente tres cuartas partes de la producción.
La quesería se basa en la herencia lechera de la zona que comenzó cuando inmigrantes suizos y alemanes se establecieron a finales de la década de 1880. Actualmente pocas de aquellas lecherías originales siguen existiendo, el suelo volcánico, el agua de manantial, rica en minerales, y el clima templado proporcionan un entorno ideal de exuberantes praderas de pastoreo para los rebaños de vacas Jersey, Dutch Belted y Friesiann que proporcionan la leche para este queso, junto a y una ubicación ideal para elaborar quesos artesanales orgánicos, curados, de leche cruda.
Este enfoque impulsado por el amor a su tierra se puede comprobar en cada uno de los quesos de Cascadia Creamery, los cuales todos son distintos y expertamente realizados.
Esta quesería de gestión familiar está dedicándose aún más a los recursos naturales de la zona por la maduración de sus quesos en cuevas de tubos de lava de origen natural. El aire natural de la cueva tiene un contenido ideal de temperatura y humedad para la maduración del queso.
El Cloud Cap es un queso artesanal de leche cruda y orgánica de vaca. Es un queso inspirado en el famoso Caerphilly británico. Exquisitamente envejecido en una cueva de tubo de lava durante 60 a 75 días, durante los cuales desarrolla una bonita corteza natural blanca moteada y esponjosa que protege en su interior una pasta amarilla que parece mantequilla con algunos agujeros dispersos.
La corteza huele a tierra o sotobosque, mientras que la pasta nos ofrece aromas a leche fresca y nata. Un queso dinámico con notas herbáceas que reflejan el pasto de montaña donde pastan las vacas. Un interior lechoso, firme y cítrico que transita a una capa exterior con notas terrosas cerca de la corteza
El sabor permanece mucho tiempo en la lengua, con una sensación en boca bastante arenosa y un ligero toque a setas.
Un maravilloso queso hecho para impresionar incluso a los turófilos más ávidos.
Recomendamos servir este queso acompañado de fruta fresca, como uvas o manzanas. También puede cortarse en lonchas para bocadillos fríos y calientes, o sobre hamburguesas o patatas asadas. Por supuesto en una tabla de quesos. El compañero ideal para este queso sin duda es un vino Riesling o el tinto suave de Burdeos.