Cebreiro
Queso madurado, de tierno a semicurado, elaborado a partir de leche cruda o pasteurizada de vaca.
Apenas tiene corteza, es una capa rugosa, ligeramente enmohecida, untuosa, de color blanco amarillento y con estrías dejadas por la grasa. El interior es de pasta blanda y untuosa, de color amarillo pálido a intenso. Tiene un formato característico, parecido al gorro de cocinero. El peso oscila entre dos y tres kilos.
El sabor es muy peculiar, ligeramente ácido y picante, que recuerda un poco al yogur, muy graso, con intenso aroma a mantequilla y de textura granulosa al paladar.
Sin duda, es un queso para untar sobre pan de trigo integral, de centeno o de maíz y disfrutar de todo su aroma láctico y su paladar graso hasta el punto de que, abusando de sus gracias, el pan puede untarse previamente con mantequilla o con nata espesa. También, una vez descortezado, si está demasiado mohoso, puede batirse con yogur, con crema de leche o con petit suisse (o todo a la vez en diversas proporciones) buscando su textura adecuada (de espeso hasta untable) o la acidez ( o falta de acidez) deseada; así podrá emplearse para salsas de todo tipo, sobre todo para carnes joras. Le va muy bien los gallegos o los blancos del año de las Rías Baixas.
Queso que se puede degustar con pan de cereales (trigo, maíz etc.). Si está mohoso, una vez quitada la corteza, se puede disfrutar, mezclado con yogur o crema de leche.
Va muy bien con carnes rojas y vinos gallegos.