Carré de Saint Victor

Este pequeño queso de cabra procede directamente de los Montes de Ardèche. Allí, en la ladera de la montaña, Yannick y Cyril, pastores, encontraron la tierra elegida con sus 150 cabras provenzales. La leche de esta raza rústica es naturalmente grasa, “lo que confiere al queso una textura densa y fundente, única en un queso de cabra, y un sabor suave y con muy poca acidez” ¡Las flores que decoran este bonito queso alegrará tu plato!.
La granja se encuentra en la localidad de Saint Victor, en la ladera de la montaña, en una magnífica granja y en un terreno accidentado pero muy adecuado para guiar a su rebaño de ágiles provenzales en una ruta diaria. Con una gran experiencia en la elaboración de quesos, Yannick elabora el Carré de Saint Victor.
Aunque el queso lo elaboran Yannick y Cyril en Ardèche, lo terminara madurando Hervé Mons en el Loira. Gran parte de esa alquimia proviene del proceso de envejecimiento, y de eso se cuida Mons Fromager Affineur una empresa familiar de segunda generación de afinadores en sus instalaciones de Saint-Haon-le-Châtel y del antiguo túnel abandonado del ferrocarril de la Collonge, una población francesa, situada en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, departamento de Loira. Fromages Mons son una leyenda en la artesanía de la maduración de quesos. La empresa está dirigida por Hervé Mons, que fue galardonado como «Meilleur Ouvrier» (Mejor Trabajador) de Francia en 2000. Las variables con las que trabajan son elementales: temperatura, humedad y tiempo, para lograr que los quesos envejezcan adecuadamente. Algo tan bueno solo puede ser el producto de dominar las complejidades de tales componentes fundamentales en un queso.
El Carré de Saint Victor es un queso de leche cruda de cabra que tiene una “corteza fina, ligeramente estriada, y en su interior una pasta blanca y delicada, fundente y agradablemente grasa, con un buen sabor a leche fresca, dulce y ligeramente a nuez”.
Parte del nombre de este queso nos indica su forma, puesto que la palabra francesa “carré” significa en español (cuadrado), la otra parte es la de su lugar de procedencia la población de Saint Victor. El queso se decora con una selección de flores orgánicas comestibles en su cara principal.
¡Sera el queso perfecto para celebrar el comienzo de la primavera!
Para degustar acompañado de una rebanada de pan crujiente, con mermelada de higos y albaricoque sin olvidar algunos frutos secos (pistachos y avellanas) o en ensaladas y por supuesto para enriquecer sopas o salsas. Darán un toque original y festivo a las tablas de quesos. Hervé Mons recomienda maridarlo con un vino blanco afrutado (Valle del Ródano) o, más original, con una cerveza rubia.