Capreggio
Capreggio es un acrónimo que se compone de los nombres Capra (cabra en español) y Taleggio (el más famoso queso lombardo).
El Capreggio es un queso de leche cruda y entera de cabras que pastan al aire libre durante 10 meses en los prados de Premia, en el Valle de Antigorio, a 800 metros sobre el nivel del mar, allí lo elaboran varias queserías.
Se trata de un queso de cabra estilo Taleggio, que presenta una corteza comestible, de color rosado, con la maduración se generan mohos gris verdosos. En su interior tiene una brillante pasta blanca con ojos difusos, de textura semiblanda, casi cremosa, que madura hasta un centro fluido.
El queso tiene un corte suave y es cremoso o levemente fluido. Sabor ligeramente salado y un poco ácido, con ricos sabores lácticos, con reflejos de heno en los períodos de pastoreo abierto.
Un queso fuerte y, sin embargo, su aroma solo tiene una sutil nota caprina.
El Capreggio se puede consumir en varios estadios de maduración; fresco (20 días), de corta maduración (30-60 días) “foto superior”, y curado (4 a 6 semanas), variando mucho tanto su estructura como su sabor.
El queso se comercializa en forma rectangular de unos 20 cm por lado, con un peso de 2 kilogramos. También está disponible una versión de trufa.
Si lo conserva en el refrigerador, posiblemente abierto, no tiene caducidad, pero sí deterioro fisiológico (se recomienda consumirlo dentro de los 6 primeros meses). Después de eso, es excelente para rallar. Durante la conservación se produce la típica floración de moho que es sinónimo de maduración. Entonces no se alarme, es algo normal, es suficiente limpiarlo frotándolo con papel de cocina. Antes de consumirlo es importante sacarlo de frío hasta que llegue a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices.
Ideal al final de una comida acompañado de frutas de temporada como manzanas, peras e higos. Por su gran fluidez, también es fantástico para preparar excelentes primeros platos, como el risotto, o como ingrediente especial en la preparación de pizzas, quiches y flanes de verduras.
Marida bien con vinos blancos, crujientes y cítricos como Sauvignon Blanc, Riesling o un Pinot Gris ligero.