Cabrie de chèvre
El Cabrie de chèvre lo elabora la Ferme de la Tremblaye. La granja en la que se produce queda a orillas del famoso bosque Rambouillet, concretamente en la población La Boissière-École en el departamento de Yvelines región de Isla de Francia.
La quesería debe su nombre a la variedad de árboles que antiguamente poblaban esta parte del bosque de Rambouillet: «Le Tremble» (álamo temblón).
La granja que data del siglo XIX antes se dedicaba especialmente al cultivo de cereal y criaba ganado vacuno, pero la producción láctea fue ganando terreno y desde los años 70 empezaron la producción de quesos de leche de vaca, luego a partir del año 2000 derivaron progresivamente la producción también a los quesos de cabra. Hoy en día, hacen quesos a mano seis días a la semana, respetando los tres criterios necesarios para que sus quesos puedan ser calificados como «fromage fermier» (queso de granja). Utilizan los métodos de producción tradicionales (por ejemplo, cuba de cobre para los quesos duros, cortado manual y mezcla manual de la cuajada para quesos blandos.
La granja posee 130 hectáreas de tierras agrícolas y 180 hectáreas de bosque. Sus quesos artesanos se hacen sólo de la leche de un rebaño propio de (145 vacas y 700 cabras). Eso les permite que su leche sea utilizada muy rápidamente después del ordeño y así conservar toda su riqueza y sabor.
El Cabrie de cabra es un queso de leche pasteurizada de cabra.
Tiene la forma de un gran disco cilíndrico.
Su corteza está cubierta de un fino y uniforme plumón blanco de moho. Está marcada por las estrías formadas por las rejillas en las que se madura.
Su pasta de color amarillo pálido es densa en el centro, marfil y untuosa bajo la corteza.
En boca, es un queso fundente con un delicado sabor caprino.
El nombre Cabrie de chèvre es un ingenioso juego de palabras entre el «cabri», de cabrita, y el «brie», el famoso queso emblemático que también elaboran en la quesería, por su semejanza exterior.
Para degustar toda la riqueza de sabores se recomienda el consumo a temperatura ambiente.
Delicioso sobre una rebanada de pan tostado rociada con miel o derretido en una ensalada, o para enriquecer sopas o para espesar las salsas. Ideal para ocupar un puesto preferente en su tabla de quesos. Marida muy bien con vinos blancos del Loira como un Sauvignon blanc fresco y alegre, lleno de intensos aromas frutales y notas florales.