Burrata affumicata
Hay quien tiene el corazón un poco más blando solo por hoy y quien lo tiene siempre: hablemos de la Burrata ahumada. Con su capa interior de pasta hilada y nata, el enamoramiento está garantizado.
La zona geográfica en la que se produce este queso abarca partes de las provincias de Bari y Tarento, pero en realidad se elabora en toda la Apulia, puesto que es un producto típico de esta región, donde hay muchas explotaciones de vacas lecheras (las «granjas de vacas» del tiempo de Federico II de Hohenstaufen, gran amante de esta tierra, a la que obsequió con monumentos de inestimable valor). En esta zona, en la que las explotaciones ganaderas y lecheras se confunden a menudo (muchas incluso comparten instalaciones), se elabora tradicionalmente desde hace mucho tiempo Mozzarella a partir de leche de vaca y en consecuencia, Burrata, también de leche de vaca.
La Burrata ahumada se elabora íntegramente a mano. Es un queso fresco elaborado con leche de vaca, con una capa exterior de pasta hilada que contiene, en su interior, trozos de pasta hilada y nata. Con la pasta hilada que normalmente se utiliza para hacer la Mozzarella de leche de vaca. Se forman pequeñas bolsitas que contienen trozos de la misma pasta que la envoltura y la nata. El color ámbar se obtiene de un ahumado con humo de madera de haya. De este modo adquieren un color dorado y el característico sabor ahumado, pero conservan al mismo tiempo la delicadeza y cremosidad de la Burrata tradicional de leche de vaca.
Por lo general suelen ser quesos pequeños (150-160g.) de forma troncocónica. Envoltura elástica de color marrón dorado con sabor ahumado característico. Delicado y cremoso al gusto, fragante con un vago aroma de fermentos lácticos.
Se come por regla general fresquísimo, a ser posible de la producción del mismo día. Cuanto más pasa el tiempo desde que se produjo se va volviendo más pastoso.
El sabor intenso, apetitoso y típico de la Burrata ahumada la convierte en un producto muy apreciado por los amantes de la buena cocina.
Para degustar plenamente su sabor y resaltar sus peculiaridades aromáticas, se aconseja calentar ligeramente el producto antes de consumirlo.
También hay numerosas recetas en las que la Burrata ahumada puede aportar un toque extra de sabor y crear así platos originales y de éxito. Pruébela, por ejemplo, para enriquecer un risotto, un plato de pasta o para dar sabor a una lasaña al horno. Y también como ingrediente de sabrosos aperitivos.
Marida bien tanto con vinos blancos suaves, como con tintos jóvenes sin crianza en barrica.