Bûche du Pilat
El Bûche du Pilat lo produce la Fromagerie Guilloteau, situada en el municipio de Pélussin en el departamento de Loira cerca de St. Etienne en el sureste de Francia. La compañía es conocida por sus quesos cremosos y ha estado en el negocio lácteo desde 1983.
Esta quesería se encuentra en el corazón del Parque Natural Regional de Pilat, un parque caballo entre los departamentos de Ródano y Loira, el Parque se extiende cerca de 72.000 hectáreas. Un espacio inmenso con paisajes variados en donde se alternan bosques de abetos y hayas, pastos, laderas cubiertas de viñas, vergeles… Un territorio preservado que alberga una extraordinaria fauna y flora.
El Parque Natural Regional de Pilat no deja de lado a los amantes de la buena mesa. El vino y el queso de cabra son dos de las principales especialidades para abrir el apetito tras un agradable paseo. Y este Bûche du Pilat es un buen ejemplo de ello.
Es un queso elaborado con leche pasteurizada por ultrafiltración de vaca, combina la fina textura cremosa y un sabor suave refinado de leche de oveja. Un queso de corteza delgada que protege la cremosa pasta, le da carácter y originalidad.
Se fabrica de la misma manera que el Pavé d’Affinois, con la técnica de la ultrafiltración. La pasteurización por ultrafiltración es una nueva técnica desarrollada por el INRA (Instituto Nacional Francés de Investigación Agronómica).
Igual que en la pasteurización tradicional, consiste en eliminar de la leche todos los patógenos, pero en vez de hacerlo mediante tratamiento térmico, se hace utilizando un filtro.
El resultado es que se filtran todos los microorganismos no deseados respetando mucho más a los beneficiosos y así se obtiene una cuajada mucho más homogénea que producen quesos de textura mucho más cremosa y pasta suave con un elevado valor nutricional: más calcio, más fósforo y más proteínas de suero.
La Bûche du Pilat tiene una fina corteza blanca y delicada de incomparable textura esponjosa. Debajo de su corteza se encuentra una sedosa pasta de color marfil, que cuando esta fría, es firme para cortar y se maneja bien, pero cuando alcanza la temperatura ambiente se derrite irremediablemente. A medida que pasa el tiempo, la corteza se vuelve más rica y la pasta se vuelve tan cremosa que se funde en tu boca. Su sabor es mantecoso, con la cantidad justa de sal, notas de seta blanca.
El queso se comercializa con una forma rectangular o como indica su nombre de bûche (tronco en español) y su peso es de 1 kg.
Para disfrutar de este queso, lo ideal sería acompañarlo con pan crujiente francés rociado con un poco de miel. O si queremos algo más romántico, con fresas y Champagne.