Brique du Mazet
La Brique du Mazet es un queso «fermier» (de granja) elaborado con leche termizada y entera de vaca, de pasta prensada sin cocer y corteza natural, fabricado por la Ferme Ressouche situada en Lachamp, en el corazón del departamento de Lozera, en el Macizo Central francés.
A 1000 m de altitud, este queso se fabrica en Margeride, una granja familiar en forma de Cooperativa, que está operada por el matrimonio Ressouche. Olivier nació en la granja familiar y Nadège originaria de Gironda, conoció a su esposo en Lozera. Ella comenzó en 2015, después de la baja maternal (4 niños). En la granja, 60 vacas Montbéliardes cuya leche se utiliza para el desarrollo de productos como los quesos, salen de abril a octubre a los pastos al aire libre. Aquí, las vacas deambulan con total autonomía entre el dormitorio con un cómodo colchón de paja, el comedor con heno gourmet y finalmente el área de ordeño donde se recolecta la leche. Esta autonomía es posible gracias a un sistema automatizado e inteligente que conoce a cada vaca y que es capaz de dirigirla al lugar correcto, en el momento adecuado. ¡El ordeño también está automatizado y es impresionante! El robot equipado con una cámara que colocará los instrumentos en cada ubre es asombroso. Es capaz de detener el ordeño de cada ubre independientemente el uno del otro, evitando agredir a la vaca.
Actualmente la Ferme Ressouche elabora una amplia variedad de productos artesanos, quesos como: Le Mazet, Le Bleu du Mazet o este Brique du Mazet. También ofrece productos de charcutería como: patés – salchichas secas y embutidos.
Como su nombre indica, el Brique du Mazet tiene forma de ladrillo y pesa alrededor de 400 gramos.
Su corteza, de color crema a marrón claro, es fina y está cubierta de una hermosa pelusa de color blanco a gris.
Su corteza, de color crema a marrón claro, es fina y está cubierta de una hermosa pelusa de color blanco a gris.
Su pasta, de color marfil a amarillo claro, es densa, suave y extremadamente cremosa.
En nariz, el Brique du Mazet ofrece olores a establos y setas.
En boca es un queso cremoso con buen sabor a leche fresca y afrutado ofreciendo sabores del sotobosque. Su corteza aporta amargor a la degustación.
La de “brique” es una de las formas más comunes usadas para los quesos. Existen quesos en forma de ladrillo de leche de vaca, de cabra y de oveja. Su forma plana da una presentación original a una tabla y facilita el servicio. Permite sobre todo una conservación más fácil porque sólo uno de los bordes se comienza cortando.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Gracias a su forma alargada, este queso es fácil de cortar, por lo que se puede comer solo acompañado de frutos secos (almendras, nueces o una mezcla) y frutas frescas, como peras, también combina de forma maravillosa sobre ensaladas o vinagretas de aceite de nuez.
Marida muy bien con un vino blanco, fresco y ligeramente dulzón.
Fuentes consultadas y foto: Le Guide Du Fromage