Brie de Meaux
El Brie de Meaux no ha cesado, desde su creación, de encantar a los paladares. En el pasado ocupaba las mesas de los campesinos como un queso de uso domestico, en aquellos tiempos llevaba el nombre «Brie», sin distinción, con sus primos de la misma región, y luego paso a llamarse «Brie de Meaux» cuando obtiene un valor comercial. Es parte integrante de la historia de Francia, presente en la mesa de Carlomagno en su coronación en el año 800. El Brie es uno de los «reyes del queso» franceses. Se dice que ganó este distintivo durante un concurso de quesos organizado por el estadista francés Talleyrand para amenizar las aburridas negociaciones del Tratado de Viena tras la Batalla de Waterloo en 1815. Los treinta representantes participaron con quesos de sus naciones, pero cuando Talleyrand presentó el Brie de Meaux, la opinión fue unánime y fue declarado el mejor. El queso se moldea a mano con la ayuda de una «pelle à brie» (pala de brie); en otra ocasión, fue presentado a los queseros posado sobre una estera de paja. En la actualidad, es uno de los quesos más imitados del mundo.
El Brie de Meaux se elabora en discos planos de 900 g a 3,2 kg de peso cada uno. La corteza del Brie de Meaux es florida con un ligero plumón blanco y sedoso con estrías, como de terciopelo; en los quesos más maduros, puede estar salpicada de algunos pigmentos rojos y marrones. La pasta es flexible y elástica, se abomba ligeramente, aunque no debe reblandecerse. Es untuosa y de color amarillo paja claro, que va oscureciéndose hasta alcanzar un tono marfil cálido, cuando está en su punto. El sabor de este queso corresponde a una fragancia generosa, con aromas de champiñón de París. En boca, debe ser cremoso, ofrecer sabores de avellana, ser muy pronunciado y con un largo final en el paladar. Su primo más cercano es ante todo el Camembert de Normandía (más que el Brie de Melun). El queso se beneficia de una AOC desde 1980, y D.O.P. a nivel europeo desde el 21 de Junio del 1996. El queso se puede conservar una decena de días a lo sumo en la nevera en la estantería menos fría, si es afinado. Sin olvidar de sacarlo una hora antes de disfrutarlo para que recupere todos sus aromas. Dejar a temperatura ambiente si solo está medio afinado. Este queso se cocina muy bien; el invierno, haga una tarta de Brie de Meaux y peras, acompañada de una pequeña ensalada de lechuga con nueces. También puede disfrutarlo con una mermelada de higos, e incluso de tomates. ¿Por qué no probarlo con ciruelas pasas de Agen, que harán resaltar el sabor de sotobosque? Disfrute del Brie de Meaux con un vino tinto afrutado y bien estructurado de la Côte de Beaune (Pommard, Volnay, Monthélie, Saint-Aubin…), que ofrece acuerdos interesantes. Si no está muy afinado, elija un vino blanco seco con notas minerales: un Anjou o un Vouvray, por ejemplo, ¡serán un compañero de garantía!