Borbinha
El queso Borbinha lo elabora la Queijaria Bolderini, situada en Pindamonhangaba (Pinda), un municipio brasileño del estado de São Paulo. Se localiza en el Valle del Paraiba, en la microrregión de São José dos Campos.
Quinta generación de productores de queso, la pareja Felipe y Talita Bolderini elaboran quesos frescos, curados y mantequilla. La Queijaria Bolderini comenzó hace casi 100 años en el negocio de la ganadería lechera, cuando el bisabuelo Ivo Couto inició su actividad en el Sítio São Benedito, al pie de la Serra da Mantiqueira. Aprovechando el bajo costo de la tierra en el estado, debido a la crisis mundial del café, Ivo vendió su propiedad en el sur de Minas y compró una finca en Pindamonhangaba.
Las actividades de la granja se detuvieron en los años 70 y se reanudaron en 2000, cuando el bisnieto de Ivo, Darrier, junto con su esposa, Luiza Bolderini, decidieron reiniciar la producción lechera en la propiedad.
En el año 2018, Felipe Bolderini (quinta generación de la familia) y su esposa Talita, decidieron regresar a sus orígenes, dejando atrás su carrera en el área industrial. Iniciaron una pequeña producción artesanal de queso, que ya formaba parte de la tradición de sus abuelos.
Ante el significado de familia y siempre buscando lo mejor del campo, surgió Queijaria Bolderini, que tiene el deseo de mantener viva su historia. La agricultura se realiza de forma natural, con las vacas en el pasto y los terneros al lado de la vaca.
“Queremos que nuestros quesos estén presentes en la vida de los consumidores y aporten sus complejos sabores y las cualidades que valoran”, explica Talita.
El Borbinha es un queso totalmente original, el nombre de Borbinha se inspiró en el nombre del barrio donde se encuentra la granja, el pinhão do Borba, en Pindamonhagaba.
Está elaborado con leche pasteurizada de vaca, y madurado sobre tablas de madera de ipê, con el moho natural de la granja, que le confiere una madurez grisácea que se torna verde, y dejando el queso cremoso e irresistible.
¡La leche de la granja procede de las propias vacas, criadas con todo el cariño de los productores!
Este queso cremoso madura durante 20 días + 60 días envasado. Los quesos cambian con el tiempo, en este caso lo dejan envasado por 60 días más, los quesos maduran incluso después de ser envasados, su embalaje de papel permite que el queso respire y no se asfixie con el moho, dándole más complejidad al sabor y al aroma, que es láctico, mantecoso, refrescante y con notas a cereales, con una suave acidez más pronunciada en el centro, y un toque terroso debido al moho natural de la corteza. Su textura es super cremosa y suave debido a la inclusión de nata en su composición y al crecimiento de moho blanco natural en la corteza, favoreciendo la maduración.
Disfrute de este queso a temperatura ambiente si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada el queso se convierte en cremoso y untuoso, para consumirlo tipo “torta” es decir; se corta la corteza por arriba y se accede al queso tan cremoso y untuoso que puede llegar a ser casi líquido de su interior, una vez abierto se toma con cuchara, o untándolo en picos de pan, aunque también ofrece múltiples aplicaciones en el ámbito culinario, si no se ha terminado todo el queso, utilizar esa misma cara, para tapar el queso. Si queremos consumir el Borbinha como un queso de mesa es perfecto para comenzar su comida. Extendido sobre pan crujiente y servir junto con gelatinas dulces, miel o galeas. Lo podemos acompañar de un vino blanco sin crianza.