Bluebonnet
Propiedad de Bob y Debbie Stetson, la Westfield Farm está situada en 8 hectáreas de tierraentre verdes colinas, cielos claros y azules, y el aire fresco, al norte de Worcester, en el centro de Massachusetts. La finca se compró en 1971 por Bob y Letty Kilmoyer, funcionó como una quesería hasta 1996, cuando los Stetson compraron el negocio. Después de un aprendizaje intensivo de un mes con los Kilmoyers, se hicieron cargo de la Westfield Farm y han continuado y ampliado la producción desde entonces.
La granja se abastece, tanto de leche de cabra como de vaca de lecherías locales, la Westfield Farm produce poco más de 680 kg. de queso por semana.
El Bluebonnet es una versión adaptada del famoso Capri Classic Blue Log de la misma quesería, un queso azul maduro de leche de cabra.
El Bluebonnet se obtiene con leche entera fresca y pasteurizada de cabra y coagulado por acidificación. Con la adición de cepas de moho Penicillium roqueforti (azul). La cuajada se moldea en forma de cilíndrica de tronco que o bien permanecen como tal para la producción de la Classic Blue Log o se cortan en tres secciones para la producción del Bluebonnet, formando un pequeño «crottin» en forma de tamboril de queso.
Después de la producción, los quesos se transfieren a una sala de maduración donde envejecen durante un período de una a dos semanas, durante las cuales pierden algo de humedad y desarrollan una envoltura exterior de moho azul.
La pasta interior es húmeda y esponjosa de color blanco marfil. Visualmente, cuando se corta en sección transversal, se puede ver el disco blanco rodeado por un anillo de color azul.
Los sabores son lácteos, limpios y brillantes, con notas cítricas y un sabor picante del moho azul al final.
Este queso se comercializa en forma de pequeño cilindro de 5 cm. de diámetro y de alto, con un peso de 80 gr.
El ganador del premio Best of Show de la American Cheese Society en 1996, el Bluebonnet ha estado adornando las tablas de quesos y los menús de innumerables restaurantes de primera categoría de los Estados Unidos durante dos décadas.
Su forma y color dará un toque original a una tabla de quesos que además resulta fácil de cortar y untar. Ideal para servir en ensaladas. El queso va bien con vinos blancos espumosos, o vinos dulces de postre.