Blu di Lanzo
Su zona de producción natural son las pequeñas queserías de los valles de Lanzo, que son los valles del noroeste de Piamonteque limitan con Francia. Hogar de algunos de los picos más espectaculares de Italia, los valles se han convertido en destinos turísticos populares para los residentes ricos de Turín que vienen a disfrutar de las impresionantes vistas mientras escalan en verano y esquían en el invierno.
Los valles también prestan su nombre a este queso azul y son el hogar de las vacas que pastan en los prados de los altos pastos alpinos. Luego, los quesos aún jóvenes son adquiridos por el Caseificio Valli di Lanzo, quienes lo maduraran en sus bodegas ubicadas en el pueblo de Balangero para luego comercializarlo. La historia de la quesería Valli di Lanzo, o mejor dicho, de la familia Ala como productora y comerciante de quesos, se remonta a 1920, cuando el Sr. Lorenzo Ala, natural de Cantoira, decidió comenzar una actividad de producción y venta de Toma di Lanzo, en Balangero. Pocos años después de la abertura de su primera actividad, el Sr. Ala decidió transformar su pequeña producción quesera en una empresa de pequeñas dimensiones: comenzó así la actividad de comercialización de la familia Ala. El reconocimiento de los consumidores no tardó en llegar. En 1970 se suspendió la actividad de producción de queso y mantequilla y la empresa decidió concentrarse exclusivamente en la maduración y comercialización de quesos; el almacén se abrió en Via Lanzo, en Balangero, donde aún hoy se maduran y envasan diversos tipos de alimentos, también destinados a la venta directa al público. Desde entonces hasta hoy, la familia Ala ha transmitido de padres a hijos la gestión de la empresa Ala, que a lo largo de los años ha incrementado su comercio, su producción y su reputación en toda la región de Piamonte. El Blu di Lan l queso adquiere una corteza natural rugosa que cubre en su interior una pasta de color paja y compacta, con vetas azuladas moderadamente difusas. La textura del queso es ligeramente más seca que muchos azules, aunque conserva una gran riqueza en el paladar. Tiene un sabor fuerte, intenso, y picante, característico de los quesos azules, reforzado con ligeras notas de establo y marcado con las vetas de Penicillium roqueforti que nos golpean en el paladar. El Blu di Lanzo se comercializa en forma cilíndrica, con un diámetro de 20 cm, y 15 cm de alto, su peso es de 2-3 kg y se produce durante todo el año. Este formidable queso sin duda debe reservarse para el final en una tabla de quesos, puesto que su retrogusto permanece en el paladar mucho después de que el queso se haya terminado. Su perfil de sabor fuerte y picante hace que sea una buena opción para espolvorear sobre una ensalada o fundido en una hamburguesa, también sobre una rebanada de pan de centeno, con una mermelada de cebollas rojas. El queso va bien con vinos tintos con cuerpo y añejos, o bien con vinos dulces y generosos.