Bianco di Langa
El Bianco di Langa lo elabora Beppino Occelli. Esta pequeña quesería familiar se encuentra en Langa, cerca del centro histórico de Farigliano en el Piamonte italiano. Aquí se producen las famosas «joyas» de la colección Occelli. Entre ellas están el Tuma de Paja, premiado en Nueva York en 1997 como el mejor queso importado del año en los Estados Unidos, el Escarun, considerado unánimemente un ejemplo extraordinario de queso italiano, el Casutin, un pequeño queso con forma de disco y delgado, elaborado con leche fresca de vaca, un queso similar al anterior pero algo más grande es la Casottina, la Tuma del Trifulau, un queso de mezcla de leche pasteurizada de vaca con cuajo de cabra y trufa negra, y una rareza llamada Cusiè in foglie di tabacco, un queso artesanal de pasta dura, que se envejece envuelto en hojas de tabaco. Estos resultados se derivan de la armonía entre la tradición (calidad de la leche y selección de rebaños del Piamonte, controlada y supervisada por empresas nutricionistas) y el máximo cuidado en las fases individuales, durante el proceso de elaboración.
El Bianco di Langa es un queso de leche pasteurizada de vaca y de cabra, enriquecido con virutas de trufa de verano (Tuber aestivum) min 3%.
El queso presenta una corteza enmohecida y aterciopelada de color blanco que contiene en su interior una pasta suave y cremosa salpicada de trocitos de un verdadero tesoro: la trufa de verano, es poco conocida debido, entre otras cosas, a que su valor económico es inferior al de la trufa negra, a diferencia de la negra, es de color claro en su interior, siendo negra igualmente en la parte externa, presenta un aroma suave y un sabor delicado.
El Bianco di Langa madura siete semanas en las bodegas de envejecimiento de Beppino Occelli. El queso gana en cremosidad con el paso del tiempo, las trufas se funden con la pasta logrando una simbiosis perfecta que lo convierte en un símbolo de la tierra donde nació, mostrando al mundo los aromas y sabores de las tierras del Alba y la Langa.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada es ideal como aperitivo o después de la cena, acompañado de un vaso de vino tinto joven tipo Dolcetto d’Alba.