Bachensteiner
El Bachensteiner se elabora en la Cooperativa Gunzesried, en el pueblo del mismo nombre en Baviera. En las regiones alpinas de Baviera, la elaboración de queso estuvo influida por los suizos, y antes que ellos por los romanos. El Allgäu, el corazón de la producción de quesos en Alemania, se inspira en los suizos con su famoso Emmental, que se introdujo en 1821. La abundante producción de leche de calidad hace posible que Baviera produzca el 75% de los quesos alemanes, convirtiéndose en una de las regiones lecheras y queseras más importantes del país.
Pero no solo se inspiran en los quesos suizos, los quesos alemanes tienen mucho que ver con los de otros países vecinos: por ejemplo, el Tilsiter y el suave Gouda son originarios de Holanda, y el Limburger está relacionado tanto con Holanda como con el Herve belga. Los monasterios contribuyeron de manera decisiva a la creación de las recetas de los quesos alemanes, además de las cervezas, y variedades como el Bachensteiner, con su corteza lavada, son muy típicas. Este queso de leche pasteurizada de vaca en forma de ladrillo, de corteza lavada y de 200 g. posee el característico aroma fuerte de los quesos de corteza lavada, pero su pasta de textura blanda y consistente es de sabor muy suave y mantecoso, aún qué ligeramente picante y amargo con un toque final meloso. El Bachensteiner se puede cortar en dados pequeños o en virutas largas, colocarlo sobre pan de centeno y esparcirle semillas de alcaravea por encima. En cocina se usa para enriquecer el sabor, fundiéndolo sobre patatas hervidas. Una cerveza rubia combina bien con el sabor de este queso.
Fuente: Los Mejores Quesos Artesanos del Mundo.
Foto: KäsHütte Fischen.