Avondale Truckle

El Avondale Truckle lo elabora la Brunkow Cheese, una cooperativa situada en las colinas de las zonas rurales al suroeste de Driftless Wisconsin.
El estado de Wisconsin, la «tierra lechera de Norteamérica», está situado en el norte-centro del país, pero se considera parte del Medio Oeste y limita con Minnesota al oeste, Iowa al sudoeste, Illinois al sur, el lago Michigan al nordeste y el lago Superior al norte. La tierra es rica aunque algo rocosa, y las condiciones climáticas son apropiadas para la ganadería lechera, con énfasis en la producción quesera. Wisconsin cuenta con un buen sistema fluvial que atraviesa todo el Estado, así como los lagos Michigan, Superior y Winnebago; todos los elementos para una buena producción de queso están presentes, y hay un orgullo justificado por la forma en que las distintas asociaciones que ofrecen información, excursiones y festivales con el queso como tema central apoyan la producción quesera. Los numerosos estilos diferentes de queso se deben a los colonos de toda Europa que han hecho de Wisconsin su hogar. La familia de Karl Geissbuhler ha estado vinculada con la ganadería lechera en Wisconsin desde 1899, y en la actualidad Karl y su socio, Greg Schulte, trabajan con la ayuda de los más de treinta granjeros lecheros que forman la cooperativa. La quesería Brunkow Cheese solía producir en serie quesos básicos para el mercado de consumo masivo, pero se ha diversificado y elabora nuevos quesos artesanos hechos a mano y curados en una bodega subterránea sobre tablas de madera, como este Avondale Truckle. Es un queso redondo y plano envuelto en tela, hecho con leche cruda de vaca y con un peso de 9-10 kg, que se madura durante 6-18 meses. En las primeras etapas, este queso tiene un sabor redondo y mantecoso y, a medida que el queso envejece, desarrolla un perfil lleno de capas de sabores, afrutados, secos, terrosos y vegetales. Los quesos se cubren a mano con un paño de algodón. La tela le da al queso su aspecto distintivo característico. Estas telas, son transpirables permitiendo de esta forma que el queso respire y adquiera una textura seca y desmenuzable, de color amarillo. Resulta ideal para una tabla de quesos y es delicioso con pan crujiente y una cerveza fría. Es un gran queso de mesa cuando se combina con manzanas frescas y peras o pruébelo con un poco de mermelada de cerezas. Funde muy bien, por lo que es muy apropiado para platos gratinados. Tiene una deliciosa textura desmigajada, y los vinos tintos secos con mucho cuerpo son la combinación perfecta para este queso, aunque las cervezas carnosas y las ales son buenas también.