Ashlynn
Con sede en la población de Evesham en Worcestershire, la Cheese Cellar Dairy tiene las instalaciones de fabricación de queso, dirigida por el joven, George Bramham. George se formó en la “School of Artisan Food” (Escuela de Comida Artesanal) y lleva la leche en las venas, así que cuando se le propuso la idea de dedicarse a hacer quesos de cabra blandos al estilo francés, casi se tropezó con las lecheras de la emoción.
Después de 18 meses de investigación, pruebas y trabajo duro, incluyendo una temporada haciendo queso de cabra en el Valle del Loira, además de algunas discusiones épicas sobre los nombres de los quesos, finalmente pueden revelar las nuevas incorporaciones a la familia.
Los tres se elaboran con leche cruda de granjas locales y cada uno tiene su propia personalidad.
Blanche ¿Quién diría que un tronco de queso de cabra podría ser tan sexy? Luciendo una arrugada capa de alabastro, debajo de la carne que se encuentra en una pasta suave, delicada y cremosa, no hay duda de que Blanche es un pequeño queso sensual.
Clara, la hermana oscura y melancólica de Blanche está salpicada de una capa de ceniza, que contribuye de forma decisiva al sabor y la textura finales.
La ceniza se usaba tradicionalmente en la fabricación de queso para disuadir a los insectos y los mohos y para mantener seca la superficie del queso. La sustancia alcalina también neutraliza la acidez del queso y ayuda al proceso de maduración.
El ultimo de esos tres quesos que elabora George es el Ashlynn un queso de leche cruda de cabra y cuajo vegetal, con una corteza enmohecida y cubierta de ceniza y una línea de carbón que atraviesa el centro, ¡este queso de cabra es impresionante tanto para la vista como para el paladar!
Es un queso de contrastes en más de un sentido. El Ashlynn tiene una llamativa apariencia monocromática gracias a un interior de color blanco puro que contrasta con una corteza recubierta de ceniza oscura y una fina línea de carbón que atraviesa el centro.
También hay interesantes contradicciones en el sabor.
La apariencia delicada de Ashlynn oculta una complejidad sensual. La pasta es fabulosamente mantecosa, pero una punta de acidez de limón perfora la riqueza y abre intrigantes profundidades saladas y un hormigueo de especias.
La descomposición que se desarrolla debajo de la corteza se vuelve cada vez más líquida e intensa a medida que madura.
El Ashlynn ganó el premio al mejor queso nuevo y al mejor queso blando en los British Cheese Awards 2017.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso cortado en finas cuñas acompañado de pequeños frutos rojos (arándanos, frambuesas, fresas, cerezas, moras), también con almendras saladas y miel. El Ashlynn ciertamente destaca en cualquier tabla de quesos, especialmente cuando se corta, revelando la línea distintiva de ceniza que atraviesa el medio. En cocina para enriquecer sopas y elaborar salsas, o para gratinar, por ejemplo, sobre filete de pescado en verduras al horno. Para acompañar este queso nada mejor que un vino tinto afrutado del Valle del Loira.