Aracena
Queso andaluz de cabra elaborado en la serranía de este mismo nombre, zona en la que desde tiempos muy antiguos se elaboraba queso. Los pastos del ganado son muy aromáticos, lo que se transmite a la leche que, unida a la alta materia grasa, da lugar a un magnífico queso.
Queso madurado de pasta compactada a mano. Graso a extra graso. Coagulación enzimática producida por la acción de cuajo industrial. Formato cilíndrico y ligeramente aplastado que en algunos quesos puede llegar a transformarse en torta sobre todo en periodos fríos y húmedos. El formato tradicional pesa 700-800 gr.
Corteza algo rugosa y pegajosa, con tonos blanquecinos y manchas de color naranja oscuro, fruto de la flora que se desarrolla en la superficie del queso. Al corte presenta un color blanco algo con algunos ojos irregulares de escaso tamaño. Textura semiblanda en invierno y primavera. En quesos más curados, la textura es más dura y la pasta más seca. Olor de intensidad alta, a bodega, moho ligeramente fétido y toques animales. Aromas intensos de cabra y un picor que se hace persistente en quesos viejos.