Altenburger Ziegenkäse
La tradición de este queso, hoy día Denominación de Origen Protegida Europea, se remonta a mediados del siglo XIX, cuando comenzó a elaborarse en granjas. Después de 1900 comenzó la producción en la lechería y la edad dorada del queso de cabra Altenburger. En la época de la República Democrática de Alemania, la producción estuvo limitada; tras la caída del muro, de nuevo se ha impulsado su producción.
La leche para el queso de cabra Altenburger procede de los alrededores. Una vez que se ha separado según el tipo, se enfría, se filtra, se homogeniza y pasteuriza. La leche de cabra (como mínimo, se requiere el 15%) y la leche de vaca se mezclan. La elaboración del queso se desarrolla en un proceso continuado. A la cuajada cortada se le añade una pizca de comino antes de ser depositada en moldes. Los quesos se salan secos y maduran entre 8 y 10 días. Durante este tiempo se crea el fino moho blanco sobre la superficie, igual que el del Camembert, queso con el cual tiene bastante en común.
Se trata de quesos redondos y planos, en trozos con forma de media luna o tarta plana. El peso varía entre 125 g. (media luna) 255 g. (forma redonda) y 1,5 kg. (forma de tarta). La corteza natural y fina tiene una fina capa de moho blanco. La pasta es de color amarillo claro y sin ojos. Es más seco y firme que el Camembert. Es suave y delicado, y tiene un ligero aroma caprino.
Con este queso armonizan Sauvignon blancs aromático, Riesling frescos o con un toque dulzón, además de vinos tintos afrutados.
Este queso tiene la DOP Europea.
Manual Gourmet del Queso