Adair
El Adair lo elaboran Leslie Jacobs y Matthew Brichford propietarios de Jacobs & Brichford. La quesería está ubicada en el valle del río Whitewater al sureste de Indiana. Son productores de queso de leche cruda en la granja familiar Hoosier Homestead. Hacen queso de sus vacas lecheras alimentadas únicamente con pasto, siguen viviendo y trabajando en la granja que ha pertenecido a la familia desde 1819.
La granja es una verdadera explotación familiar. Actualmente, Matthew administra la granja y elabora el queso artesanal. Leslie y su hija Maize trabajan juntas para comercializar el queso. Incluso su perro Corgi galés, es un trabajador activo en la granja y corre junto a las vacas para animarlas.
Producen toda la leche utilizada en su queso a partir de sus vacas cruzadas Jersey, Normanda y Tarentaise alimentadas con pasto. La granja también es el hogar de un pequeño rebaño de ovejas de pelo y una manada de cerdos de Berkshire.
Siguiendo el ritmo de ordeño de la naturaleza (en una sala de ordeño al aire libre al estilo de Nueva Zelanda), operan una lechería estacional y llevan sus vacas a través de pastos frescos todos los días. Con sus recursos administrados meticulosamente y el uso limitado de insumos, crean leche y quesos artesanos totalmente naturales alimentados con pasto de la más alta calidad.
El Adair es un queso de leche cruda de vaca, semiblando madurado con moho, envejecido un mínimo de 60 días. Tiene unos 12 centímetros de diámetro y 4 de grosor y su peso es de 450 g. Siguiendo el modelo de los quesos de granja del sureste de Francia, el Adair tiene una fina corteza blanca, que protege en su interior una pasta de color amarillo anaranjado, una pasta flexible, que es a la vez lechosa y herbácea. El queso tiene un sabor ligeramente láctico y un final dulce y terroso, que es el resultado de una alimentación de las vacas exclusivamente a base de hierba.
Este queso resulto ganador en los Good Food Award del 2016 y finalista del mismo certamen en el 2018.
Es importante consumirlo a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso con un buen pan crujiente, con frutas y nueces, en baguettes, galletas, o cualquier otro tipo de pan. El Adair complementa cualquier tabla de quesos, pero también se puede derretir en hamburguesas o sándwiches. Combina muy bien con vinos blancos afrutados, champagne o cava.